sábado, 10 de enero de 2015
martes, 6 de enero de 2015
lunes, 5 de enero de 2015
NOCHE DE REYES
Os dejo la Historia de estos maravillosos hombres
El 6 de enero es el Día de la Epifanía, es decir, cuando el niño Jesús “se dio a conocer al mundo”, precisamente por medio de los Reyes Magos.
Estos Reyes eran unos sabios provenientes de Oriente (de una Tribu que llevaba el nombre de “Magos”).
Si bien no les era posible hacer “magia” como la entendemos hoy, tenían un don especial e importante que era el estudio y conocimiento de los misterios del cielo y las estrellas.
Eran estudiosos de la fe y los astros. También eran sacerdotes en Persia, Babilonia y Asiria.
Precisamente estudiando el cielo fue que encontraron la estrella luminosa que los guió hasta el pesebre de Belén, donde el 25 de Diciembre, en la madrugada, había nacido el niño Jesús.
Ellos estaban esperando una señal que les indicara el nacimiento de un gran rey, que según las Escrituras, era el Hijo de Dios.
No se sabía muy bien si llegaron desde Persia o Babilonia, pero la tradición nos habla de tres nombres que son muy familiares para todos los niños del mundo: Melchor, Gaspar y Baltasar.
Melchor, era el mayor de los tres , era rey de Persia; Baltasar, era un joven negro, rey de la India y Gaspar, rey de los árabes.
Siempre vemos sus imágenes viajando en camello, pero otra historia cuenta que Melchor llegó a caballo, Baltasar llegó en un gran elefante y sólo Gaspar viajaba en camello.
Pero lo importante es que llegaron a ver al niño Jesús.
Cuando vieron la estrella luminosa, decidieron partir de inmediato para adorar al niño.
Herodes en ese momento era el monarca del pueblo, se sintió muy molesto y celoso, pues él se consideraba el único Rey.
Como era común en esa época, consultó con los sacerdotes y los escribas si aquello era cierto y dónde nacería el hijo de Dios.
Ellos, temerosos de su carácter, le respondieron que era verdad, que estaba escrito por los profetas que el rey de los judíos nacería en Belén de Judea.
Herodes, sin perder el tiempo y haciéndose pasar por una persona comprensiva y amante de Dios, llamó a los reyes Magos, quienes le contaron toda la historia y su intención de llegar hasta el niño para adorarlo. Herodes les rogó que cuando lo localizaran al niño, le mandasen a avisar sobre su paradero, pues él también quería adorarlo como el hijo de Dios se merecía.
Los reyes continuaron su marcha convencidos de las buenas intenciones de Herodes. Nada parecía ser más hermoso que aquel momento en que la estrella luminosa detuvo su camino al llegar a un humilde portal en Belén.
Los Reyes entraron de inmediato y llenos de entusiasmo. Encontraron a María y a José con el niño recién nacido.
La alegría no cabía en sus corazones: habían encontrado al Rey de Judea, al hijo de Dios, al Mesías.
Al estar frente a la Sagrada Familia, se presentaron muy humildemente y llenos de emoción y admiración, se arrodillaron, lo adoraron y le ofrecieron unos regalos muy significativos, que muchas veces escuchamos nombrar: oro, mirra e incienso.
El oro representa la riqueza y el poder de los reyes y regalarlo fue una manera de reconocer a Jesús como el Rey de todos.
La mirra es un perfume muy valioso que se obtenía de un árbol. La mirra se usaba en la medicina y regalarla significaba admitir a Dios padre del niño.
El incienso es una resina aromática extraída de otro árbol y que se utilizaba en aquellos días para adorar a los dioses. Regalándoselo, lo reconocieron y adoraron como Dios verdadero.
Luego de adorar a Jesús, los Reyes Magos se retiraron a descansar un poco después de tan largo viaje.
Allí recibieron la visita de un ángel que les ordenó que no avisaran a Herodes sobre el paradero del niño, pues él deseaba ser el único rey y sus intenciones no eran buenas.
María y José recibieron el mismo aviso y, sin pensarlo un instante, partieron a Egipto para proteger la vida de Jesús, su Divino Niño.
De este modo, Jesús quedó a salvo de la maldad de Herodes.
La fama de los tres Reyes Magos llega a nuestros días.
Estos personajes, tan queridos por los niños del mundo, siguieron la costumbre de adorar la vida que Dios nos regala, haciéndoles hermosos presentes a todos los niños de un modo misterioso y mágico.
Muchos niños dejan sus zapatitos (para que los Reyes Magos sepan cuántos niños viven en la casa), algo de agua y comida, para darle fuerza a los Reyes Magos y a sus animales para que puedan llegar a la casa de todos los niños.
Cuando los pequeños del mundo despiertan el 6 de enero y van al encuentro de sus regalos, recuerdan que este acontecimiento tan mágico es símbolo de la vida y del amor.
domingo, 4 de enero de 2015
viernes, 2 de enero de 2015
ENVOLVIENDO CON TELAS
En esta blogosfera tenemos auténticas manitas del papel, de la pintura y de la costura.
Estos están dedicados a las que aman las telas y de todo sacan provecho.
jueves, 1 de enero de 2015
Suscribirse a:
Entradas (Atom)